Super User

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Jueves, 08 Marzo 2018 12:13

Personalidad terrorista

Después de escuchar los diferentes atentados, guerras y asesinatos que actualmente se presentan en nuestra sociedad de forma constante, nos preguntamos el por qué de todo esto.

Últimamente el yihadismo está asolando la prensa, radio, y televisión. ¿Por qué las personas pueden llegar a cometer semejantes atrocidades? La respuesta está básicamente en el contexto social y la educación en sí.

Un terrorista no nace, se hace. Normalmente, los miembros pertenecientes a las bandas armadas que protagonizan los atentados, son personas que han tenido una educación de pertenencia social dicotómica: “O estas con nosotros o estás contra nosotros”. Su entorno social les ha enseñado a odiar a los que no pertenecen a su grupo, etnia o religión. Pero no es algo común sólo en el terrorismo; en las guerras sucede lo mismo, si eres del bando opuesto, el odio está asegurado. Por tanto, no es algo característico del mundo islámico, sino que cualquier ser humano puede llegar a comportarse así.

La necesidad de pertenencia social hace que la persona se radicalice buscando la aprobación de su grupo. Si han vivido o les han contado alguna experiencia negativa donde el “infiel” es el culpable, sobregeneralizan y debido al estrés y presión grupal pueden desarrollar una visión de túnel, buscando sólo erradicar al enemigo. Se ven como salvadores, como liberadores. Actúan según lo aprendido y lo que se espera de ellos, intentan no defraudar y conseguir méritos para sentirse valorados y aceptados.

Por último, considero importante destacar que hemos de tener cuidado con sobregeneralizar, ya que esta forma de pensar podría conducir a un conflicto de mayor envergadura. Evitemos los sensacionalismos que inducen a la indignación masiva y ensalcemos la labor humanitaria que se lleva a cabo y no se tiene prácticamente en cuenta. No hay que dar difusión al terrorismo sino a la humanidad; no hemos de centrarnos en el problema sino en la solución. Es importante estar informados, pero no obsesionarnos con algo de forma reiterativa. Hay que recordar que si les damos protagonismo, les damos poder

Jueves, 08 Marzo 2018 12:12

La vida es mejor bailando

“Cierro los ojos y sólo siento. Cada nota transporta mis pies y mueve mi espíritu. Mis emociones se asoman y desbordan mi esencia; fluyen libres, es su momento.”

El ser humano ha estado en contacto con la música y la danza desde el principio de los tiempos. El baile ha formado parte de la sociedad siendo un lenguaje universal y una gran herramienta de transmisión emocional. Normalmente se ha utilizado y se usa en diferentes eventos significativos en la vida de las personas: celebraciones, rituales religiosos, etc.

Nacemos con una predisposición a movernos siguiendo el ritmo musical. Normalmente la gente que no baila tiene una fuerte influencia educacional.

La danza nos aporta grandes beneficios para la salud física y mental. En el aspecto psicológico podemos destacar los siguientes:

– Cuando salimos a bailar, aumentamos nuestras redes sociales. Al conocer a otras personas y bailar en pareja o en grupo, ayudamos a crear nuevas amistades.

– Tiene los mismos beneficios psicológicos que cualquier ejercicio físico aeróbico: favorece la liberación de endorfinas produciendo una sensación de felicidad, reduce el estrés y alivia la ansiedad.

– La visualización de coreografías o aprendizaje de figuras de baile ejercita percepción, la atención y la memoria a corto y largo plazo. Ayudando también a tener una mejor visión espacial.

– El baile nos ayuda a canalizar emociones, a expresar lo que en ocasiones bloqueamos o no sabemos manejar bien. Por medio de la expresión no verbal del baile, podemos desahogarnos y transmitir diferentes sentimientos.

– La danza ayuda a distraer la mente de preocupaciones y problemas.

– Fomenta la creatividad

– Incrementa la sensibilidad a nivel artístico, ayudando a mejorar la empatía y el desarrollo emocional

Jueves, 08 Marzo 2018 12:11

Nomofobia (no-mobile-phone phobia)

“Examino en la oscuridad de la noche la luz de esperanza de tus mensajes, los GIFs y emoticonos que velan mis sueños y alegran mis mañanas. Cada minuto suelto del día invades mis pensamientos, te busco en mi pantalla y te deseo en silencio. Mi cuerpo está presente pero mi corazón sólo responde ante el sonido de tus whatsapp, mi cabeza sólo piensa en tu próximo mensaje, vivo aislado de todos por estar conectada a ti”.

La nomofobia es un reciente trastorno psicológico que afecta a miles de personas. Hablamos de el miedo irracional a sentirse incomunicado cuando no podemos utilizar nuestro dispositivo móvil. La ansiedad que puede producirse al haberse olvidado el smartphone o no tener batería.

Esta fobia genera una dependencia desmedida a los teléfonos móviles que puede acarrear numerosos problemas psicológicos: baja autoestima, estrés, pensamientos obsesivos, aislamiento, problemas de habilidades sociales y de comunicación, inseguridades, baja tolerancia a la frustración, poca capacidad de resiliencia, etc. Las personas afectadas sustituyen la comunicación cara a cara por las redes sociales, evitando una resolución de conflictos sana y efectiva. Los whatsapp y demás formas de comunicación online actuales pueden dar lugar a numerosos malentendidos, provocar conflictos y aumentar el nivel de estrés e inseguridad en los implicados.

Esta problemática afecta a un gran número de personas jóvenes y adolescentes. Su necesidad de pertenencia grupal y su contacto y familiaridad con las nuevas tecnologías hace que sean una población de alto riesgo a la hora de desarrollar dicha fobia. No obstante, también hay que tener en cuenta que muchos adultos sufren este trastorno.

Para evitar la nomofobia es necesario una buena educación. Poner horarios y normas con respecto a las nuevas tecnologías en adolescentes y niños. Si la adicción al móvil se da en adultos, intentar exponerse progresivamente a la ansiedad dejando el teléfono en casa o acudir a un profesional si fuese necesario.

Jueves, 08 Marzo 2018 12:08

Tratar con personas agresivas

A la hora de relacionarnos y socializar con las gente, en ocasiones encontraremos a personas que son muy dominantes y directivas. Utilizan el confrontamiento y la hostilidad como herramientas para conseguir sus objetivos. Estrategias muy dañinas para el receptor pero beneficiosas para el emisor puesto que en numerosas ocasiones consiguen lo deseado.

Lo primero que hemos de tener en cuenta es que la gente que impone su criterio de una forma dominante y tajante, suelen ser personas con grandes inseguridades que utilizan el enfrentamiento como estrategia para ocultar sus miedos ante los demás. Pero debajo de esa falsa coraza protectora, hay una persona vulnerable y con inseguridades, temerosa del rechazo social.

Para poder enfrentarnos a una persona de estas características hemos de tener presente la asertividad, empatizar con ella y su situación pero sin olvidar defender nuestros derechos, nuestro punto de vista. Tu eres el responsable de tus decisiones, de dar o no explicaciones, de seguir hablando, de hacerte o no responsable de su problemática, no necesitas su aprobación y eso tenemos que tenerlo claro ante este tipo de personas. Hemos de evitar que su ira nos afecte a nivel emocional, suelen utilizar estos mecanismos con el fin de lograr someternos. No hemos de personalizar sus ataques.

Tenemos que tener presente que el problema lo tiene la persona agresiva por su forma de avasallar comunicacionalmente. Permitir que nos hable mal sólo depende de nosotros. La primera vez que nos hacen daño, es culpa suya, la segunda ya es culpa nuestra. Nosotros decidimos si queremos o no seguir cayendo en su juego.

 

Jueves, 08 Marzo 2018 12:05

Mascotas y psicología

Normalmente, en situaciones de estrés, las personas recurrimos a buscar soluciones en actividades que puedan relajarnos, como por ejemplo el yoga, el ejercicio físico o incluso charlar con los amigos, pero a veces, no nos damos cuenta de que podemos encontrar lo necesario para calmar nuestros nervios o elevar nuestro estado de ánimo sin salir de casa. Para las personas que tienen animales de compañía, acariciar a nuestras mascotas puede disminuir la presión arterial y reducir el estrés.

Terapia con perros:

Los perros son animales que no juzgan al dueño y están ahí incondicionalmente. Aportan cariño y compañía sin pedir nada a cambio. Cualidades que ayudan a combatir el sentimiento de tristeza y abandono, repercutiendo positivamente en la autoestima.

El hecho de tener un perro en tu hogar fomenta comportamientos que ayudan a desarrollar una mejor calidad de vida a nivel psicológico:

– Aumento de posibles relaciones sociales al conversar con otros dueños cuando se pasea al perro

– Incremento del ejercicio físico al pasear o jugar con tu mascota

– Desarrollo de la empatía y comprensión emocional

– Si se tienen niños, los animales pueden ayudar a acrecentar el sentido de la responsabilidad

– En niños pequeños ayuda a mejorar el desarrollo del lenguaje verbal, (al hablar a sus mascotas), así como interpretar mejor el lenguaje no verbal al observar su comportamiento

Gatoterapia:

Los gatos, a diferencia de los perros, son animales independientes, que necesitan su espacio. Esta característica ayuda a evitar la dependecnia y a aprender a respetar el espacio personal de los demás.

Los felinos son muy observadores y tranquilos, esta cualidad puede ayudarnos a aprender a tener paciencia a la hora de una toma de decisiones.

El ronroneo de los gatos tiene un efecto positivo en el estado de ánimo de las personas y disminuye el estrés. Según afirma Jean-Ives Gauchet, el ronroneo de un gato estimula las neuronas que producen la serotonina y la endorfina, mejorando así la calidad del sueño y del humor.

La curiosidad innata que posee esta especie hace que sean animales muy divertidos, reduciendo el aburrimiento de nuestras vidas y fomentando momentos entretenidos y alegres.

Jueves, 08 Marzo 2018 12:02

Misofonía (odio al sonido)

Sonidos de baja intensidad como pueden ser el tic tac de un reloj, el mascar de un chicle, el goteo de un grifo o el sonido de un ventilador, son ruidos cotidianos que, normalmente solemos ignorar. Pero hay personas a las que les causa una irritación extrema. No pueden evitar centrarse en el sonido que les molesta, provocándoles sentimientos de ira, rabia, malestar, ansiedad e incluso hasta estados de pánico. Estos sujetos padecen un trastorno denominado misofonía o síndrome de las 4s (Síndrome de Sensibilidad Selectiva al Sonido).

La misofonía, cursa con diferentes grados según la sintomatología que presente la persona que la padece. Hablamos de una escala del cero al diez, donde, según el nivel, la persona puede presentar desde una leve molestia hasta reacciones de violencia contra la fuente del sonido o hacia sí mismo.

La personas con altos niveles de misofonía pueden tener complicaciones a nivel social y personal. Pueden tender a aislarse socialmente para evitar ciertos sonidos y la consecuencia de exponerse a ellos. También suelen tener problemas con las relaciones a causa de la incomprensión social ante su situación. Sus amigos y familiares no suelen entender la magnitud de su problemática, tachando al misofónico de maniático, obsesivo, histriónico, exagerado o hipersensible.

Actualmente se desconocen sus causas y el nivel de incidencia en la población. No existe un tratamiento para erradicar completamente la misofonía. Sin embargo, desde el punto de vista terapéutico, se pueden plantear diferentes estrategias para reducir el malestar y convivir con esta alteración, mejorando así la calidad de vida de la persona. Algunas de esas estrategias son las siguientes:

- Analizar las posibles distorsiones cognitivas y/o pensamientos encadenados negativos.

- Eliminar asociaciones negativas hacia ciertos ruidos que provocan malestar.

- Controlar progresivamente la ansiedad.

- Trabajar el estrés con técnicas de relajación y respiración.

- Utilizar técnicas de exposición gradual para reducir los síntomas misofónicos ante los estímulos aversivos.

Jueves, 08 Marzo 2018 12:01

Hacemos difícil lo fácil

El amor es incompatible con la posesión, pues su esencia es la libertad. Ante un rechazo o un cambio, nos frustramos no porque amemos demasiado, sino porque hemos aprendido a amar con condiciones. Aprender a soltar nos libera del sufrimiento y permite que el amor siga fluyendo, sin ataduras ni presiones, siendo real y verdadero.

Desear o querer no es amar, se desea lo que se sabe que puede que no dure y por ello nos aferramos generando una dependencia posesiva. Se ama lo que se sabe que es eterno con independencia de que esté o no a nuestro lado, su felicidad es nuestra mayor prioridad, independientemente de nuestra participación en ella.

Jueves, 08 Marzo 2018 11:50

Constructor y destructor

Compañero obligado e intenso… te encuentra cuando lo evitas y sin más te abandona arrancándote el alma. No puedes esconderte de su influjo y desmorona hasta tus más sólidos cimientos, llevándose la paz que tanto luchaste por conseguir.

Profundo, apasionado y devoto de la inestabilidad, trabaja para que tu vida vibre, despierte y sienta. Sin pararse a pensar en las consecuencias.

Fanático de la guerra que puede declararte un buen beso, de la magnitud que puede alcanzar un cruce de miradas, del desarme que originan determinadas caricias. Sigue; constante, incansable, insaciable, hasta que te rindes a su compañía.

Sus traiciones son devastadoras, pues nunca se llevó bien con el olvido. Pero su cariño puede hacer que abraces la felicidad en su condición más pura.

Cuando decide asentarse, no se le puede echar, tu no llevas las riendas, no luches por ellas. Sólo hay que aceptarlo y saber tratarlo bien para evitar destrozar su esencia, cuidarle para que ambos podáis convivir en armonía y disfrutar de todo lo que puede llegar a ofrecerte. Pues, cuando se acomoda a tu lado, puede hacer que todos tus deseos se hagan realidad. Pero, si decide marcharse, tu vida se sume en el caos más absoluto.

La calma no le precede, dicotómico y profundo, siempre se mueve entre opuestos, preparando para el combate a todas tus emociones.

Actualmente con el mundo de las nuevas tecnologías, las personas han cambiado su forma de relacionarse y de mantener tanto a las amistades como a las parejas. Las redes sociales facilitan el contacto pero también pueden ayudar a que no nos esforcemos por mantener las relaciones, a ocultarnos a la hora de resolver conflictos, o a evitar el confrontamiento necesario para una buena resolución de problemas.

La “generación Y” o “millennials” y sus sucesoras, son expertas en conocerse por medio de las diferentes redes sociales. Miles de amigos, de seguidores, de “likes”. Abundancia que lleva a no valorar ni cuidar las relaciones interpersonales. Como consecuencia de ello, han surgido nuevos hábitos a la hora de intentar manejar conflictos emocionales que surgen entre las personas.

Ghosting:

Se trata de una manera drástica e inesperada de cortar una relación. Conoces a alguien, intercambias números de teléfono y redes sociales, y, sin previo aviso, esa persona deja de escribirte, de comunicarse contigo e incluso te bloquea a nivel tecnológico impidiendo todo tipo de contacto. Lo que antes se solucionaba con el famoso: “tenemos que hablar”, hoy en día hay personas que optan por evitar esa confrontación sana, (cara a cara). Utilizan este tipo de estrategia sin pararse a pensar en el daño que pueden ocasionar.

La víctima del ghosting se ve obligado a pasar un duelo sin obtener ninguna explicación. Puede afectar a su autoestima o generar sentimientos de culpa por lo sucedido.

 

Esta práctica ayuda a “deshacernos” de los demás fácilmente y sin implicaciones, tratando a la gente como si no tuviesen sentimientos. Todo ello nos deshumaniza, afectando gravemente en nuestra capacidad de empatía.

Zombing:

Cuando un antiguo novio vuelve a tu vida sin ser bienvenido y remueve todo tu equilibrio emocional. Se niegan a terminar la relación o regresan en busca de otra oportunidad. Esto lo consiguen por medio de mensajes en las redes sociales, que facilitan dicha tarea.

 

Todo ello puede llevarnos a reabrir el duelo amoroso y volver a sufrir por algo que creíamos haber solucionado y sanado.

Benching:

La estrategia, a mi parecer más cruel de todas. Mantener a una persona en espera por si en algún momento lo requiero o simplemente por el capricho de continuar recibiendo sus atenciones. No descarto a esa persona, reteniéndole en mi vida para que no me olvide, pero tampoco avanzo en la relación. Por medio de un mensaje en el whatsapp o un guiño en alguna red social, consigo manipular y reavivar un interés basado en falsas esperanzas.

Como consecuencia, el que ejerce el benching alimenta su ego narcisista, y la víctima que lo sufre no puede trabajar el duelo y su autoestima se ve altamente perjudicada.

 

Es una táctica que gira alrededor de engaños y mentiras, donde la persona que sufre, ha de darse cuenta que nunca habrá una cita o un compromiso real, para así poder liberarse de esa cárcel emocional.

Jueves, 08 Marzo 2018 11:49

Curiosidades psicológicas

Apodyopsis:

Hablamos de una fantasía sexual en la que una persona imagina a otra sin ropa o la desviste mentalmente. Suele ser un concepto que a nivel social muchas personas lo tacharían como un acto de lujuria o depravación, no obstante, no se trata de una parafilia (trastorno sexual), o algo negativo. Es más, en terapia de pareja se suele utilizar como ejercicio para reavivar la pasión en la relación.

Es una fantasía más extendida y normalizada de lo que se piensa. Hemos de evitar juzgar sin conocer y no tener vergüenza o miedo de los deseos humanos.

 

Pareidolia:

Fenómeno psicológico que consiste en asociar formas conocidas con estímulos sin forma aparente, ambiguos o aleatorios. Nuestro cerebro almacena la nueva información relacionándola con patrones cognitivos ya establecidos, haciendo así que el procesamiento de la nueva información sea más sencillo. De esta manera cuando observamos un contenido abstracto, podemos asociarlo a algo que nos resulte familiar.

Clinomanía:

 

La obsesión por estar en la cama a todas horas. Se da en personas que buscan a toda costa pasar el mayor tiempo posible bajo las sábanas. Es el lugar en el que se sienten más felices, resguardados y cómodos. Suelen sufrirlo las personas neurasténicas. Pero para padecer clinomanía no es necesario tener un estado de ánimo triste o depresivo; tampoco están durmiendo constantemente o tienen problemas de sueño. Sencillamente buscan permanecer en la cama porque les gusta el ambiente y no quieren dejar de sentir el calor y el confort que les causa el estar acostados.

 

No hay nada malo en querer pasar el tiempo acostado en un día de frío, pero hemos de evitar que nuestro amor por la cama se convierta en una obsesión.

Efecto Forer o efecto Barnum:

 

Ocurre cuando alguien acepta como válidas generalizaciones poco concretas que pueden acertar con una amplia gama de personas.

¿Nunca te has preguntado por qué los horóscopos suelen dar en el clavo, o las características de tu signo zodiacal te describen tan bien? Los sujetos víctimas de este efecto dan gran credibilidad a descripciones de su personalidad que supuestamente se adaptan a su forma de ser de una manera muy específica, cuando en realidad hablamos de términos vagos y bastante generales como para poder aplicarse a un gran número de personas.

 

Casi todos somos vulnerables al efecto Forer, aún más cuando se ve relacionado con la adivinación del futuro y las pseudociencias como por ejemplo el tarot, la astrología, etc. Intentamos buscar el control de lo que aún no ha pasado, de esta forma reducimos nuestra incertidumbre ante lo desconocido.

 
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