Actualmente con el mundo de las nuevas tecnologías, las personas han cambiado su forma de relacionarse y de mantener tanto a las amistades como a las parejas. Las redes sociales facilitan el contacto pero también pueden ayudar a que no nos esforcemos por mantener las relaciones, a ocultarnos a la hora de resolver conflictos, o a evitar el confrontamiento necesario para una buena resolución de problemas.
La “generación Y” o “millennials” y sus sucesoras, son expertas en conocerse por medio de las diferentes redes sociales. Miles de amigos, de seguidores, de “likes”. Abundancia que lleva a no valorar ni cuidar las relaciones interpersonales. Como consecuencia de ello, han surgido nuevos hábitos a la hora de intentar manejar conflictos emocionales que surgen entre las personas.
Ghosting:
Se trata de una manera drástica e inesperada de cortar una relación. Conoces a alguien, intercambias números de teléfono y redes sociales, y, sin previo aviso, esa persona deja de escribirte, de comunicarse contigo e incluso te bloquea a nivel tecnológico impidiendo todo tipo de contacto. Lo que antes se solucionaba con el famoso: “tenemos que hablar”, hoy en día hay personas que optan por evitar esa confrontación sana, (cara a cara). Utilizan este tipo de estrategia sin pararse a pensar en el daño que pueden ocasionar.
La víctima del ghosting se ve obligado a pasar un duelo sin obtener ninguna explicación. Puede afectar a su autoestima o generar sentimientos de culpa por lo sucedido.
Esta práctica ayuda a “deshacernos” de los demás fácilmente y sin implicaciones, tratando a la gente como si no tuviesen sentimientos. Todo ello nos deshumaniza, afectando gravemente en nuestra capacidad de empatía.
Zombing:
Cuando un antiguo novio vuelve a tu vida sin ser bienvenido y remueve todo tu equilibrio emocional. Se niegan a terminar la relación o regresan en busca de otra oportunidad. Esto lo consiguen por medio de mensajes en las redes sociales, que facilitan dicha tarea.
Todo ello puede llevarnos a reabrir el duelo amoroso y volver a sufrir por algo que creíamos haber solucionado y sanado.
Benching:
La estrategia, a mi parecer más cruel de todas. Mantener a una persona en espera por si en algún momento lo requiero o simplemente por el capricho de continuar recibiendo sus atenciones. No descarto a esa persona, reteniéndole en mi vida para que no me olvide, pero tampoco avanzo en la relación. Por medio de un mensaje en el whatsapp o un guiño en alguna red social, consigo manipular y reavivar un interés basado en falsas esperanzas.
Como consecuencia, el que ejerce el benching alimenta su ego narcisista, y la víctima que lo sufre no puede trabajar el duelo y su autoestima se ve altamente perjudicada.
Es una táctica que gira alrededor de engaños y mentiras, donde la persona que sufre, ha de darse cuenta que nunca habrá una cita o un compromiso real, para así poder liberarse de esa cárcel emocional.