En la vida pasan muchos trenes, hay cientos de oportunidades y miles de caminos que pueden hacerte feliz. Intenta no cerrarte puertas al engancharte a alguien que no sabe hacerte sonreír cada día.

En ocasiones tendemos a dicotomizar nuestras elecciones aferrándonos a personas que no nos aportan lo que merecemos, que no corresponden emocionalmente, ¿para qué entonces esforzarse por buscar un futuro común que nunca llegará a ser productivo?

Pese al dolor del adiós, es necesario tener presente que nuestro horizonte no termina en una sola relación. Siempre habrá mejores elecciones que consigan equilibrar nuestras vidas. No intentes llenar como sea el vacío de su ausencia o agarrarte a un clavo ardiendo, el destino pondrá en tu camino lo que necesitas cuando sea el momento. Puede que estando abierto a nuevas experiencias encuentres lo que realmente buscas, que muchas veces simplemente es estar con nosotros mismos para aprender que la felicidad no depende de otra persona que no seas tú.