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La influencia de la presión social

El ser humano es un ser social, y debido a la necesidad de pertenencia, muchas veces nos vemos sometidos a ceder ante las presiones grupales. Es algo que nos pasa a todos, el problema se da cuando hacemos que nuestra vida gire en torno a la decisión de los demás y anulamos nuestro propio criterio.

En los años 50 se iniciaron los estudios en este campo, el psicólogo Salomon Asch llevó a cabo diferentes investigaciones que demuestran el peso que la presión de un grupo de personas ejerce en un sujeto. Podéis observar una de las pruebas experimentales de S. Asch en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=wt9i7ZiMed8

En la época de la adolescencia, este término cobra gran importancia. La necesidad de pertenencia se vuelve mucho más intensa y puede influir en el comportamiento del adolescente y en el desarrollo de su personalidad. Una mala gestión de la presión social puede llevar a tomar decisiones poco acertadas como puede ser el consumo de drogas, el abandono escolar, problemas de alimentación, etc. Los padres han de intentar equilibrar esa influencia dedicando tiempo a sus hijos, teniendo comunicación con ellos, valorando su comportamiento en casa, poniendo normas y límites adecuados y buscando ayuda si lo creen necesario.

Los adultos también desarrollan problemas ante la opresión del entorno. Guiarse por los demás en vez de por uno mismo conlleva diferentes problemas psicológicos: falta de autoestima, inseguridad, frustración, sentimientos de inferioridad, problemas en la toma de decisiones, miedo al rechazo, dependencia, problemas de comunicación, etc.

Pare evitar que esto suceda, hemos de aprender a fortalecer nuestra autoestima, aprender a ser asertivos y focalizar la atención en nosotros mismos y nuestros valores, pese a que sean diferentes a los de otras personas.