Las noticias sobre el coronavirus cada vez son mayores. Nos encontramos en un estado de alerta en el país y la falta de experiencia previa ante esta situación, genera incertidumbre, falta de control, y ello nos puede llevar a tener miedo. Este sentimiento no es malo, bien contextualizado, es adaptativo y nos ayuda a prepararnos y organizarnos ante lo que acontece. Pero la intensidad del miedo ante lo desconocido, lo puede volver irracional y por tanto conducirnos a un bloqueo. La mala gestión de esta emoción nos puede provocar ansiedad u otras reacciones no deseadas como el malestar emocional. Para ayudar a manejarlo, hemos de tener presentes experiencias pasadas de afrontamiento ante enfermedades que nos ayuden a llevar esta situación con calma. Y ante el aislamiento físico de los próximos días, voy a exponer ciertos consejos a tener en cuenta:

- Realizar rutinas diarias. Ponte horarios y organiza tu día a día para estar activo y no caer en la inactividad.

- Busca hacer actividades placenteras que por falta de tiempo no has podido llevar a cabo.

- Utiliza los medios disponibles en el hogar para estar ocupado, evitando así pensamientos intrusivos que puedan ocasionar ansiedad, (leer, hacer deporte, ver películas, jugar, etc.).

- Evitar la sobreinformación. Es importante, estar informados pero el exceso de datos nos puede obsesionar y aumentar nuestros miedos. También, hay que tener presente que no todas las fuentes son oficiales, fiables y veraces. Es importante contrastar la información y no creerse todo.

- Continuar manteniendo tus relaciones sociales y familiares por vía telemática. Las telecomunicaciones nos ofrecen un gran apoyo para seguir en contacto con la gente y así evitar el aislamiento emocional y afectivo.

- Evitar alarmarse innecesariamente. Analiza tus pensamientos y demuestra que son realistas. Identifica y acepta tus emociones, en que intensidad se manifiestan, qué las origina y cuestiona si son objetivas. Intenta distraerte para que los pensamientos distorsionados pasen a un segundo plano. Por ejemplo, desarrolla una lista de tareas pendientes que puedas hacer en casa, habla con tus amigos, desarrolla tus aficiones dentro del hogar, etc.

- Sé responsable y comprometido. No ignores las medidas de prevención. Ayuda a que todos podamos solucionar el problema lo antes posible.

- Evita el sobreproteccionismo, habla con tus hijos y seres queridos sin alarmarles, usando un vocabulario adecuado para su edad, pero sin ocultar y mentir. Verifica tus fuentes antes de dar la información.

- Fomentar el sentido del humor, la actitud positiva y optimista ayudan a crear un buen ambiente en el hogar y ayudan a “mantener el miedo a raya”.

- El estado de alerta es una medida temporal, para prevenir que el contagio genere un colapso hospitalario. Esto quiere decir que tiene fecha de caducidad. Por tanto, es sólo una temporada donde hemos de intentar cuidarnos para ayudarnos a nosotros mismos y a los demás.