Hay numerosos estudios sobre el amor. Es un tema que evoca un gran interés social. Una de las investigaciones más famosas sobre ello es la teoría triangular del amor de psicólogo Robert Jeffrey Sternberg.

Sternberg considera el amor como una de las más intensas y deseables emociones humanas. Las personas pueden mentir, engañar y aún matar en su nombre y desear la muerte cuando lo pierden. De acuerdo a este autor, el amor puede abrumar a cualquiera, a cualquier edad (Sternberg, 2000).

Esta teoría se centra en explicar las posibles relaciones de pareja, fundamentadas en las combinaciones de tres componentes: Intimidad, pasión y compromiso.

Intimidad: Entendida como la capacidad de compartir sentimientos, complicidad y confianza. Conocer a tu pareja y sentir una gran conexión con ella. Existe un deseo de dar afecto, respetar, entender y comunicarte abiertamente en tu relación; buscando siempre el bienestar común y compartido.

Pasión: Excitación y deseo sexual que busca una unión física y/o emocional con la pareja. Hablamos de la atracción por el otro y el deseo de mantener una relacióníntima.

Compromiso: Se refiere a la decisión conjunta de seguir en la relación a pesar a las dificultades y diferencias que puedan surgir en el camino. Promesa de amar y mantener ese amor pese a las adversidades, en los buenos y malos momentos.

El amor, la pasión y el compromiso son los vértices de la teoría triangular de Sternberg. Con la mezcla de estos tres elementos, se pueden diferenciar siete posibles formas de amor en una relación:

Relación cariñosa:

Predomina el componente de intimidad. La pareja mantiene sobre todo una relación de amistad. Son compañeros, se sienten cercanos, se conocen bien, pero no hay compromiso ni pasión entre ellos.

Encaprichamiento:

Puro deseo, el conocido “flechazo” o “amor a primera vista”. Hay mucho deseo, idealización y atracción, pero no existe intimidad ni compromiso. Se suele dar mucho al inicio de las relaciones, pero si los otros componentes no surgen con el tiempo, hablamos de una relación intensa pero corta, marcada por lo superficial.

Amor vacío:

Sólo hay compromiso, como en el inicio de las relaciones de conveniencia. Suele pasar en relaciones de larga duración donde han dejado morir o escapar la intimidad y la pasión. No hay sentimientos románticos, pero si respeto por la unión. Esta forma de relación puede ser generada por factores que los integrantes de la pareja pueden considerar que dificulten una ruptura, como por ejemplo los hijos.

Error que suelen cometer muchas parejas, ya que, si la relación entre ambos no es buena, los hijos vivencian y absorben la problemática de sus padres, pudiendo desestructurar a la familia y/o ocasionarle problemas de inestabilidad emocional o autoestima al menor.

Amor romántico:

Muy usado en novela y cine, el amor romántico se estructura por la pasión y la cercanía de los amantes; pero no hay compromiso. Es un amor intenso y poderoso, pero si no se trabaja el compromiso, acabará rompiéndose ante las dificultades que puedan aparecer en la vida de la pareja.

Amor sociable:

Son relaciones de amigos, de compañeros. Hay cercanía, proximidad, respeto y compromiso en la relación, pero no hay contacto sexual, no hay pasión. Se observa con frecuencia en las parejas que llevan mucho tiempo de relación. En relaciones maduras donde la pasión se ha consumido y se disfruta más de la compañía y el cariño hacia el otro que de las relaciones sexuales en sí. También se observa en las relaciones de amistad y familiares.

Amor fatuo o loco:

Hay pasión y compromiso, pero no intimidad. Son personas que se atraen y quieren mantener una continuidad en la relación, pero no tienen nada en común, no se conocen bien ni hay complicidad entre ellos. Buscan una durabilidad marcada por el deseo sexual, pero sin ninguna conexión más allá de lo pasional.

Amor consumado:

El amor ideal, completo o perfecto según Sternberg. En donde se da la combinación de los tres elementos de la pirámide, creando la relación ideal que las parejas tienden a buscar y que muchas veces no encuentran. Pero lo más difícil no es encontrarlo sino mantenerlo. El amor consumado puede no ser permanente; por ejemplo, con los años la pasión puede disminuir convirtiéndose en un amor sociable. 

Todas las formas de amor pueden evolucionar a otras y cambiar. Es importante cuidar a tu pareja y sumar en tu relación para poder mantener ese vínculo ideal con tu compañero de vida.