Imprimir esta página

Disonancia cognitiva, mecanismo que utilizamos para buscar el equilibrio:

Normalmente, las personas vivimos en una consonancia cognitiva, esto quiere decir que nuestros pensamientos y valores explican nuestros actos y nuestras conductas. Cuando ante determinadas situaciones, no hay coherencia entre lo que pensamos y cómo actuamos, se produce un desequilibrio que nos lleva a vivenciar un conflicto interno. Afloran sentimientos de culpa, malestar y angustia por lo que intentamos paliarlos justificando nuestros actos. Nos mentimos a nosotros mismos cambiando de actitud o buscando una justificación, para así volver a un equilibrio, a una armonía concordante.

La autojustificación es el mecanismo que solemos utilizar para reducir la ansiedad producida por este choque de ideas y comportamientos. Es un mecanismo de defensa para buscar nuestro bienestar, pero es importante saber cuándo lo estamos utilizando y así no caer en el autoengaño. Por ejemplo, ante las rupturas de pareja, es común que nos excusemos con frases como: “sabía que no tenía futuro, mejor cortar ya con alguien que no merece la pena”, cuando en realidad estamos sufriendo y vivenciando el duelo. Otro ejemplo está en los fumadores, que justifican el consumo del tabaco con frases como: “de algo hay que morir”, cuando realmente saben lo perjudicial que es para la salud. Como último ejemplo claro, podemos ver este fenómeno en las personas que cometen infidelidades; buscan la justificación en la conducta o comportamiento de su pareja: “no me prestaba atención”, “la relación no estaba pasando por una buena época”; pero en realidad es una defensa necesaria para reducir el sentimiento de culpa.

Este mecanismo puede llegar a ser perjudicial cuando nos negamos a ver la realidad y ésta atenta contra nuestra salud mental y/o físcia. Por ejemplo, en las adicciones, es muy frecuente dicho razonamiento para no asumir la gravedad del problema. Pero al no asumirlo, no se afronta y la situación se agrava. Por eso es muy importante saber que estamos utilizando el mecanismo de la disonancia cognitiva y así no llegar al autoengaño, aprendiendo a crecer personalmente y a afrontar nuestros problemas evitando la procrastinación y/o la mentira.