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Lobo con piel de cordero: la moda de fumar en cachimba

Las cachimbas o shishas son instrumentos de origen oriental utilizados para fumar tabaco, y actualmente, están muy de moda entre la gente joven, ya sean fumadores convencionales o “no fumadores”. Existen grandes mitos acerca de los riesgos que pueden generar en la salud de los que se unen a esta peligrosa moda. Aquí podemos analizar algunos de ellos:

- Los compuestos cancerígenos que todos conocemos de los cigarros, están igualmente en el tabaco utilizado para las shishas, es más, están en mayor dosis si los relacionamos con el tiempo de exposición de uno y otro. Según un estudio de la Universidad de Pittsburgh, si comparamos la toxicidad a la hora de fumar una cachimba o un cigarrillo, encontramos que fumando con la pipa de agua obtenemos 125 veces mas humo, 25 veces más alquitrán, 2,5 veces más nicotina y 10 veces más monóxido de carbono. Esto es debido a que la duración de una shisha oscila entre 40 minutos y una hora mientras que el cigarro se fuma en pocos minutos. Según la opinión de investigadores de la Universidad de Maryland, fumar una cachimba puede equivaler a unos 20 cigarrillos.

- Hay personas que creen que es más sano fumar en estos dispositivos porque el agua filtra el humo del tabaco o que el humo en parte es vapor de agua, pero esto no es cierto. El agua no se calienta tanto como para generar vapor y en ella se concentran el humo y su sabor pero no actúa como filtro. Es más, al fumar con pastillas de carbón probablemente estemos añadiendo tóxicos, ya que inhalamos el gas producido por la combustión del mismo, sustancia que también es altamente nociva para nuestra salud.

- Otra creencia popular es que al producir un humo menos irritante y más suave, no es tan perjudicial, pero realmente la inhalación del tabaco seco siempre va a ser más corta que la de las pipas de agua. Por cada aspiración en una shisha, una persona puede llegar a inhalar 900.000 mililitros, mientras que con el cigarro convencional, no superan un máximo de 600 mililitros. Teniendo esto presente y que ambos tabacos tienen compuestos dañinos para la salud, se desmonta el falso mito.

- Hay personas que piensan que el tabaco de la cachimba es más sano, pero realmente hemos visto que tiene los mismos tóxicos que el tabaco normal. También se ha de tener cuidado con el tipo de tabaco que se compra, ya que hay algunos que no están regulados correctamente, y las cantidades de nicotina o sustancias perjudiciales que indican no se ajustan con la realidad y/o lo permitido por la ley.

Con todo ello no queremos suponer que las cachimbas sean más perjudiciales que el tabaco convencional, pero si que son nocivas y que también afectan a la salud. Con respecto a su posible dependencia, si el tabaco lleva nicotina, se puede generar una adicción, aún así, todavía hay pocos estudios que expongan todos los riesgos que pueden implicar. El principal peligro actual radica en que están asociadas a algo relajante, no perjudicial, no peligroso e incluso hay personas que las vinculan con una vida saludable, cuando la realidad es totalmente diferente.